Marismas del Joyel y la Victoria y Ría de Ajo. 21-10-2009

Ayer por la mañana tomé rumbo a las Marismas del Joyel, en Arnuero. La cosa se presentaba bastante pobre, mirando desde el observatorio que hay en el aparcamiento tan solo un puñado de Fochas Comunes, una pareja de Anade Friso y una pareja de Anade Azulón estaban en la laguna interior del molino de mareas. Me dirigí al mismo molino de mareas para poder avistar el intermareal, a ver si tenía un poco más de suerte.

Por el camino se veían entre los árboles y arbustos Mosquiteros Comunes, Mitos, Carboneros, Petirrojos, Arrendajos, Currucas Capirotadas, Mirlos y una Paloma Torcaz que salió volando de una encina cercana al sendero.




Petirrojo cantando en un arbusto


Entre los carrizales se oían numerosos Ruiseñores Bastardos y Zampullines Chicos; de estos últimos pude avistar una pareja.

Ya en el muro del molino de mareas la perspectiva era parecida a la que me encontré al principio. Algunas Gaviotas Reidoras, un par de Garcetas Comunes, una Garza Real y tres Archibebes Claros buscaban sus sustento en el intermareal. Entre las Reidoras pude observar una Gaviota Cabecinegra.




Garceta Común en Joyel






Gaviota Cabecinegra en Joyel


En un momento de descanso me dio por mirar a un regato cercano al punto en el que me encontraba y allí había un juvenil de Vuelvepiedras muy confiado picoteando aquí y allá.












Juvenil de Vuelvepiedras



Después de pasar un rato en Joyel me dirigí a las Marismas de la Victoria, en Noja. Nada puedo contar en tema de observaciones, porque no había NADA. El agua presentaba un color gris que no me gustaba en absoluto y sobre la superficie flotaba una espuma de color marrón. Creo que hay algún vertido incontrolado en el lugar.

¿Qué está pasando en esta zona?. Hace unos meses puse en conocimiento de un amigo que trabaja en Biodiversidad que estas marismas se estaban quedando sin agua, ahora esto. Sería una pena que este lugar considerado una de las joyas naturales de Cantabria se echara a perder por negligencias, especulaciones u otros temas que no alcanzo a comprender.

Después del chasco que me llevé en Noja me encaminé a la Ría de Ajo. Aparqué el coche en la fuente cercana al Molino de Castellano y allí mismo una Lavandera Cascadeña correteaba en busca de bichos.

Me dirigí a pie al pinar cercano a la ría. Por el camino Mosquiteros, Tarabilla Común, Carboneros y Jilgueros hacían amena la andada.



Tarabilla Común en un zarzal cercano al camino


Una vez en el pinar dirigí mis observaciones al intermareal. Aquí pude observar numerosas Gaviotas Reidoras y Patiamarillas, un par de Archibebes Claros, una pareja de Zarapitos Reales, una Garza Real, una Garceta Común y dos Andarríos Chicos.



Archibebe Claro




Garceta Común en el intermareal de la Ría de Ajo

Estuve un buen rato mirando el grupo de gaviotas cuando entre ellas pude distinguir un ejemplar adulto de Gaviota Cana. Después de disfrutar un buen rato de la observación me puse en contacto con Angel Ruiz, compañero de observaciones y excelente conocedor de esta zona y le notifiqué esta observación. Me comentó que iría por la tarde al lugar a ver si podía verla .... espero que haya tenido suerte.

Ya estaba a punto de irme cuando tres Milanos Reales aparecieron sobrevolando las praderías de la orilla opuesta. Este año es en el que más veces he visto esta especie y en diferentes municipios (Ribamontán al Monte, Ribamontán al Mar, Entrambasaguas...).










Milanos Reales sobrevolando la Ría de Ajo


Después de disfrutar durante un buen rato me dirigí al coche, todo fue arrancar y andar unos 10 metros cuando por poco atropello a una pareja de Faisanes Vulgares que durante un buen rato se quedaron a menos de dos metros del coche después de haber frenado.

Ya cerca de casa y para finalizar la jornada me entretuve un rato observando a un bando de Garcillas Bueyeras bastante cercano a la carretera.



Garcillas Bueyeras

Comentarios

Entradas populares de este blog

Huellas y rastros por la Montaña Palentina. Primera parte

El murciélago del agua

El vuelo de aves y murciélagos. Más semejanzas que diferencias